LA FIEBRE ESPIRITUAL, OTRA TRETA MÁS DEL EGO.

LA FIEBRE ESPIRITUAL, OTRA TRETA MÁS DEL EGO.

Es la primera vez que escribo desde esta perspectiva, aunque en algunos twetts y publicaciones más pequeñas había tocado el tema. Hoy el mensaje espiritual es uno diferente. No pretendo intelectualizar este asunto de la “fiebre espiritual”, pues la esencia y la fe en su máxima expresión están más allá de la lógica y la razón, pero seamos honestos, hay que establecer una diferencia en conocer el camino y transitar el camino.
Ciertamente que alguien tiene que levantar la voz de la esperanza, lo cual es bueno. Alguien tiene que moverse en contra del conformismo y declarar que se puede. Lo cual es bueno. Alguien tiene que expresar que vendrán tiempos mejores, que todos somos uno y pegar un grito que retumbe en el alma y promueva el despertar de la conciencia.
Como ya mencioné en un anterior artículo, ( https://www.wilfredorobles.com/espiritualidad/despertar-espiritual-existe-tal-cosa-que-es-como-reconocerlo/), en nuestro particular e histórico caso, la raza humana recurre a esos “despertares”, pues nos estamos matando, estamos matando al planeta y la conciencia “despierta” como manera de auto-conservarse. Desde esa perspectiva es comprensible el que en este particular momento en la historia estemos ante un resurgir espiritual que, para los efectos de este artículo, he llamado, “La fiebre espiritual”.
Es un hecho real que nos estamos re- inventando para evitar aniquilarnos. Pero hoy me atañe escribir acerca de lo que observo y que puede ser fútil y contraproducente en la “buscada espiritualidad”
Parte de lo que buscamos en la práctica de un camino espiritual es “darle muerte al ego” o por lo menos, ver aquello que proviene de él, y por desgracia, un ego espiritual es el peor ego de todos. Este crece y engorda sin darte cuenta, especialmente después de haber leído muchos libros espirituales, asistido a decenas de conferencias y talleres, y realizado múltiples retiros. Sin lugar a duda que habrá Maestros, Gurús, facilitadores, sanadores, ect., pues hay un trabajo que realizar, pero debemos tener cuidado con no engordar el Ego espiritual, pues en esencia todos somos iguales y todos somos entes espirituales.
De hecho, la fiebre espiritual tiene a muchos recitando mantras y experimentando con meditación, la yoga e incluso, con ayahuasca y otras plantas. ¿Pero, realmente podemos evolucionar espiritualmente? Creo que la fiebre espiritual la permea un problema semántico. En lo que a mí respecta y puedo estar correctamente equivocado, la evolución espiritual no me hace ningún sentido.
La práctica espiritual te ayuda a recordar lo que ya sabes. Que eres un ser espiritual completo y eres conciencia pura experimentando en este plano de densidad que ocupa este planeta.
La práctica espiritual te ayuda a transitar en el planeta recordándote lo que sabes, que se te olvido que sabias. No hay tal cosa como evolución espiritual.
Somos entes espirituales completos

Para que tengan una idea de por qué el título de “fiebre espiritual” veamos lo siguiente… El movimiento espiritualista es tan grande, que hoy día, se venden más figuras de buda y símbolos esotéricos, que en los años sesenta cuando hubo un boom de espiritualidad como consecuencia de la guerra de Vietnam. Esto es importante mencionarlo para evitar enfrascarnos en una mentira más del Matrix. Las imágenes y los símbolos son muy bonitos, pero sin una comprensión genuina de lo que representan es pura moda y decoración.
Lucir una amatista colgando del cuello o tatuarse un símbolo oriental lo cual se ve a diario, no hace a nadie espiritual. Y no está mal hacerlo no me malinterpreten, pero es menester recordar que el hábito no hace al Monge.
Debemos tener cuidado de no caer en la misma nota de los que andan predicando y con la biblia debajo del brazo, que no conocen el trasfondo de su religión, pero te citan biblia como lo puede hacer un loro entrenado y perdonen si los ofendo, pero el loro aprende a repetir sin pensar y en eso, no debemos caer. Es menester que lo que se dice se sienta y/o se conozca. Y no caer en las siguientes trampas:
1. Quiero lucir espiritual eso está de moda. Me trae más likes en Facebook.
No quiere decir que esos mensajes deben dejar de publicarse, todo lo contrario. Alguien debe hacerlo, es bueno hacerlo. Usted nunca sabe quién va a ser tocado por un mensaje positivo. Una palabra puede cambiar una vida. PERO…No se trata de likes sino de tocar el alma que lo necesite.

2. Yo fluyo. Un término muy utilizado. Hay que tener cuidado de que ese “fluir no sea una manera disfrazada de alejarte o huir de tus responsabilidades o de coger las cosas suaves porque eres un vago. De esos hay mil y yo personalmente conozco a varios y lo digo sin intención de juzgar pues cada cual hace y vive como quiere, pero es menester plasmar un ejemplo.
Yo fluyo también puede ser una manera de esperar más tiempo pues detrás de eso se esconde un cobarde. La persona espiritual sabe esperar y sabe fluir, pero toma decisiones.

3. Es chilling Con look de rasta sin conocer quien fue Tafari Makonnen o mega hippie pero más capitalista que Rockefeller puede ser una justificación para experimentar con sustancias, andar en un viaje y con senda nota. El reino vegetal especialmente los enteógenos, pueden ayudar a que despiertes, pero no harán el trabajo espiritual por ti.

4. La máscara del positivismo oculta mis sombras. La máscara de la espiritualidad y el positivismo te hace verte bien, pero no es lo que eres. Es necesario conocerte. ¿Hasta donde es una máscara? ¿Eres realmente eso? ¿Cuánto conoces tu sombra y tus debilidades? ¿Cómo lidias con esos aspectos de tu vida que no quieres que nadie sepa? Miedos, inseguridades rabietas e hijueputadas. Reprimir las tristezas y el dolor no es ser espiritual y podría ser un autoengaño. Las personas espirituales también tienen días malos, y tener el valor suficiente para reconocerlo es un ingrediente clave para vivir en balance.

Tal vez se podrían seguir mencionando “trampas” en las que podemos caer, pero la idea no es restarle a la vida espiritual ni a los movimientos o prácticas que nos permitan poder disfrutar de ella, sino levantar la voz de alerta para que cada uno pueda hacer su propio trabajo introspectivo. Trabajo que te llevara a conocerte mejor y a disfrutar de una cantidad significativa de beneficios como, por ejemplo:
1.Claridad en medio de las exigencias de la vida.
2.Sensacion de estabilidad ante los cambios.
3. Mejor estado de ánimo y alegría.
4. Ver mejor el Macro y tener una visión más amplia de la vida.
5. Entender el Micro. Tener una mejor relación contigo
6. Sensación de conexión con “El Todo”
7. Descubrir el propósito particular e individual de la vida

Llevar una vida espiritual tiene sus beneficios. Procuremos hacer de la practica espiritual un pilar de nuestras vidas y no una mera “Fiebre espiritual” de temporada

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