Mientras disfrutaba de escribir este articulo que les comparto pensaba … ¿qué título le pondré?.
Hoy he sentido en mi corazón compartirles acerca de las dificultades que nos encontramos en el camino espiritual y creo que el título de la canción, Jodida pero contenta de la cantante afro-española Buika, puede encapsular lo que les quiero compartir.
Las altas y bajas en el camino espiritual son a veces motivo de risas, tristezas y hasta confusión. Verdes valles, altas montañas y áridos desiertos, son ser parte de la topografía que nos es necesario caminar.
En este momento histórico la economía, la política y la religión, pilares que sostienen la sociedad, están siendo violentamente sacudidos por un cambio transformacional de consciencia y son muchas las personas que andan buscando refugio espiritual fuera de las tradicionales estructuras religiosas.
Hay quienes agobiados por la represión religiosa sostenida por el “temor sacro” y cansados de fingir que creen en los rituales y normas de conducta de sus respectivas denominaciones, se han movido de forma sincera a una búsqueda espiritual diferente.
Esto trae mucha curiosidad sobre la razón de nuestra existencia y lamentablemente nunca faltan los que se aprovechan de estos importantes cambios para comercializar y poner “de moda” algunas ideas con el fin de generar ingresos. Algunos de estos nuevos “mercaderes del templo” te presentan bellos caminos de misticismo y de posibilidades de progreso, sin las exigencias y prohibiciones de los ya erosionados arcaicos sistemas religiosos.
Ciertamente, la paz, el balance, la plenitud y la autorrealización personal, son algunos de los beneficios de adentrarnos en la búsqueda espiritual. Pero, aquel que te quiera vender la idea de que en un particular sendero místico o espiritual todo es color de rosa y lleno de alegrías y abundancia económica, te miente.
Personalmente, creo en la abundancia y en el éxito empresarial y económico. Como parte de mi trabajo espiritual he asesorado personas y compartido meditaciones guiadas para manifestar prosperidad, las cuales han sido de bendición para muchos, y tengo lindos testimonios de eso. Pero...la abundancia económica y la falta de problemas NO deben verse como índices para medir el grado de espiritualidad, o de evolución de la consciencia de ninguna persona.
Según la historia, Siddhartha era mendigo y Jesús no tenía casa, pero por otro lado, maestros como Osho y Ravi Shankar, han vivido en la opulencia. ¿Quiere decir que Jesús y Siddhartha eran menos espirituales por no vivir como millonarios? ¡Pues claro que no!
Pensar que cuando todo esté bien es que estamos siendo bendecidos, es no entender la razón de vivir, y seríamos unos simples hipócritas materialistas disfrazados.
La verdadera vida espiritual no consiste en siempre estar riéndonos y en abundancia, sino en estar conscientes y centrados, en comprensión de lo que es la vida y los opuestos que la componen. Muchas veces no nos damos cuenta de que el concepto que tenemos de cómo deben ser las cosas, está basado en ideas, conceptos y percepciones culturales promovidas por los medios de comunicación cuyo interés es vender, entretener y controlar.
En el sendero espiritual no hay una topografía mejor que otra. Tanto el valle como la montaña y el desierto, tienen su razón de ser. Un diamante adquiere su belleza mediante el calor y la presión y en la vida espiritual, aquellos momentos de adversidad nos hacen fuertes y nos preparan para lidiar con situaciones que a otros les sería muy doloroso sobrellevar.
A diferencia de los otros seres que componen el reino animal y que funcionan desde sus instintos y emociones, nosotros podemos pensar e intuir. Por eso, si en algún momento las cosas no te van bien, confía. Observa detenidamente cuáles son tus motivaciones y como estás reaccionando ante la situación y aprovecha para conocerte mejor, empoderarte espiritualmente y desarrollar destrezas.
El camino espiritual y la exploracion de la conciencia requiere valentía, honradez y perseverancia. Cada escalón en el camino es importante. Así que aunque algunas cosas de momento “no te vayan bien”, no desesperes, extrae tu experiencia de aprendizaje y si te preguntan, cómo estás, pues puedes responder como dice Buika: ¡Jodid@ pero content@¡
Por: Wilfredo Robles
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